Uno de los grupos más discriminados por las Isapres son el de las personas
con discapacidad, no son consideradas un buen negocio. Las discapacidades son
reconocidas como enfermedades catastróficas.
El FONASA es el sistema de salud al cual acceden la mayoría de las
personas con discapacidad, los beneficiarios reciben una bonificación casi nula
en lo relativo a las ayudas técnicas, además no existe planes o programas
especiales para ellos.
En cuanto a la rehabilitación funcional, la deficiente atención y
mínimas coberturas hacen que tanto el estado de salud física y mental de la
población con discapacidad sea muy precario.